Hoy os traigo un proyecto DIY que hice unos meses atrás.
La idea la saqué de las tiendas del Rastro y, de hecho, os hablé de ella en un post.
El material me lo proporcionó el señor B como regalo de Reyes: un taco de pósters de conciertos recién despegado de una pared del centro de Madrid, pintura blanca y negra y unas brochas.
Me costó bastante ponerme a ello y aún más elegir un mensaje que me apeteciera ver todos los días (la obra estaba pensada para mi salón, en vertical, ya que tiene unos techos bastante altos).
Una vez decidido el lema, me puse manos a la obra.
Lo primero fue cubrir el fondo con una ligera capa de pintura blanca. No quería cubrirlo por completo, ya que el póster que quedaba visible del taco era de Amy Winehouse... digamos que ya es leyenda, por lo que me apetecía que se entreviera lo que había debajo.
Coloqué mi "lienzo" en un lugar cómodo y aireado y ¡a pintar se ha dicho!
Una vez cubierto de blanco el fondo, dejé secar.
Si os fijáis, me cuidé de dejar a la vista los contornos.
Mientras secaba, recorté las plantillas de las letras (el lema que escogí os lo revelo al final). Al ser una superficie tan grande, decidí no arriesgarme a escribir a mano alzada por muchos motivos (gotas indeseadas, tamaño demasiado pequeño o demasiado grande del lema, imposibilidad de nivelar el texto cuando ya estás pintándolo...).
Luego coloqué las plantillas sobre la superficie, calculé posiciones y alineación y marqué los contornos con un lápiz.
Una vez contorneadas las letras con lápiz ¡a por la pintura negra y a rellenar! En esta parte, que parece bastante sencilla, es donde más cuidado hay que tener. Un goterón negro sobre nuestro lienzo y habrá que tirarlo (o ponerlo a lunares, claro, pero no entraba en mis planes).
Y... ¡aquí tenéis el resultado!
El proceso de creación no puede ser más sencillo y barato y os aseguro que colgar en tu casa algo que has hecho tú misma, con tus propias manos, es todo un orgullo. A nuestros amigos les ha encantado la idea. Nos han nombrado "manitas oficiales" del grupo, jaja.
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