Amarillo

¡Hola a todos!
Ya tenemos encima el otoño, disminuyen las horas de luz y las tiendas y las calles se llenan de tonos oscuros.
Personalmente, me niego a renunciar al color en los meses de otoño e invierno, ni en las prendas de vestir ni en mi propia casa. Y es que, bien utilizados, los tonos fuertes y vibrantes pueden ser una gran solución y toda una fuente de energía dentro de nuestro hogar.

Hoy le dedicaremos nuestro post al color amarillo, al que solemos tener bastante respeto a la hora de decorar.
Veamos algunos ejemplos de cómo utilizarlo para no fallar:

Por ejemplo, podemos tapizar nuestro sillón de lectura en amarillo. En un entorno luminoso y de colores claros, ¡es un acierto!

En salones, podemos jugar con cojines a juego con el papel de la pared. Y para rematar, unas flores naturales a tono. El resultado no está nada mal...

En la línea de los cojines que comentábamos, podemos colar también un toque de amarillo en nuestro comedor. Sobre todo, en aquellos con un toque moderno. En esta foto, la combinación de cojines y jarrón con el metal de las sillas es... de 10.

La cocina suele ser una estancia bastante segura para combinar el amarillo sin equivocarnos. Vemos aquí cómo han tapizado la zona de office con una bonita tela estampada.

Si analizamos todas las imágenes, vemos que todos los entornos son claros y luminosos y que, para complementar al amarillo, se introduce un pequeño toque de otro color fuerte, como el verde o el naranja. Importante no colarnos con el otro color si no queremos que la combinación quede demasiado chillona.

Y ya si somos el colmo del optimismo, podemos optar por algo así:


Fotos vistas aquí

¿Os atrevéis con el color más temido?
Espero que, al menos, después de este post, lo miréis con otros ojos.
¡Un abrazo!