En el último post os comentaba que este fin de semana me iba a dedicar a darles un toque especial a mis mesitas de noche, que eran lo más insulso del mundo.
He aquí el antes:
Sin embargo, tanta sencillez ya me empezaba a cansar, así que ¿por qué no actualizarlas? Como siempre, de forma fácil y barata.
En total, mis nuevas mesitas me han costado 22 euros entre pintura, rodillo y brocha para perfilar y una perfecta mañana de sábado en la terraza, tanto o más relajante que un spa cinco estrellas.
Lo que necesitamos:
- Pintura con acabado satinado. En cuanto al tono, escogí el mismo que el las cortinas: un azul azafata. Al buscar fundas de edredones o mantas, siempre busco cosas con este color, me gusta el azul para el dormitorio, así que he pensado que darle este tono a las mesitas, en mi caso, sería un acierto. Con el acabado satinado, además, no es necesario usar barniz.
- Rodillo pequeño. Básico, cabía perfectamente en la lata de pintura (no necesité escurridor) y gracias a él, no pringué absolutamente nada (y mira que soy pato...)
- Brocha pequeña para perfilar esquinas.
- Lija gruesa
Recién pintadas, las mesitas tenían este aspecto:
Sin embargo, en vez de dar una segunda mano de pintura, aproveché para darles un efecto decapado, lijando más por algunos sitios que por otros. De este modo, conseguimos un efecto de "paso del tiempo" que les da algo más de encanto. La cosa quedó así:
Al lijar, me centré principalmente en los ángulos y en las zonas de veta de la madera original, para que pudieran intuirse a través de la pintura.
Y digo semifinal porque ya sabéis que, en esto de la decoración , sabemos cuando se empieza pero no cuando se acaba... Habrá que buscar unas lamparitas, pero poco a poco.
Por supuesto, ¡os mantendré al día de cualquier cambio!
Espero que os haya gustado.
Un beso y hasta la próxima
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